viernes, 11 de septiembre de 2015

¿Qué hago? Mi hijo no quiere ir al colegio




Una escena frecuente en el ingreso escolar, suele ser el rechazo de los niños a ingresar a clases. Esta situación, en muchas ocasiones comienza en el hogar previamente, algunas veces con días de anticipación, y hasta puede convertirse en un trastorno de ansiedad denominado “fobia escolar”. Las actitudes de los adultos cercanos y significativos resultan fundamentales para estimular o, por el contrario, desmotivar la asistencia y participación de los niños en sus clases y actividades escolares.
 
Estas 10 actitudes favorecen el éxito ante el rechazo escolar:
 
1.    Póngase en el lugar del niño
Practicar la empatía es saber que el niño está saliendo de su zona de comodidad, e ingresando con la inquietud habitual a un sitio con normas y exigencias diferentes al hogar. Si estamos tranquilos respecto del lugar que elegimos para su educación, podremos transmitirle la normalidad de lo que siente, y usar algún ejemplo de nuestra propia vida en el que hayamos superado la incomodidad inicial.
  

2.    Escúchelo atentamente
Es fundamental que el pequeño pueda manifestar lo que le pasa, lo que siente y lo que piensa. De acuerdo a su edad y madurez, dispondrá de diversos recursos para comunicarse, es decir que si se trata de un niño pequeño, quizás lo demuestre con llanto, malestar emocional o físico. La experiencia de ser escuchado atentamente favorece su  autoestima y esto lo fortalece para afrontar la situación estresante.
 

3.    No minimice
Lo que el niño está sintiendo es genuino, y por ello le apoyará saber que nadie juzga sus sentimientos. La evaluación neutral del adulto quita dramatismo a la situación estresante, hace que el niño se sepa comprendido, y así sea más fácil afrontarla.
 

4.    Ofrézcale recursos prácticos
Comente con él o ella algunas herramientas que pueda utilizar para atravesar este momento: cantar una canción que le agrade, jugar un juego de palabras, pensar en algo que le resulte gratificante si llegara a inquietarse. Es una muestra práctica de que existe solución, y que sólo hay que transitar el momento.
 

5.    Valore la función escolar activamente
Las palabras que los niños oyen de sus padres y otros adultos respecto del colegio colabora fuertemente en la construcción del significado de ir a la escuela. Utilice este poder para construir un significado valioso, hablando del colegio con genuino entusiasmo, como una vía de ganar conocimientos y desarrollar habilidades que de otra manera serían inaccesibles. Plantee el colegio como una aventura maravillosa.
 

6.    No permita las ausencias injustificadas
Sostener en el tiempo la importancia de la función escolar resulta prioritario si deseamos instalar el concepto. Si permitimos ausencias con argumentos livianos, estaríamos boicoteando el proceso que hemos iniciado. Revise su propia motivación y ansiedades si se descubre argumentando a favor de las ausencias sin un motivo potente.
 

7.    Tranquilice y refuerce
No amenace ni castigue al pequeño a causa de la dificultad que está experimentando. Esta actitud podría tirar por la borda los esfuerzos realizados y complicar aún más la situación. Atienda a cada pequeño avance y refuércelo con aprobación y muestras de legítima alegría. El reconocimiento es por excelencia  gratificante para los seres humanos.
 

8.    Acuerde con el docente una actitud común
Genere un momento o reunión para conversar a solas con el docente del niño y acordar estrategias. De ser necesario, busque asesoramiento en el Equipo de profesionales de la institución escolar. Para el alumno, percibir la coherencia entre lo que dicen y hacen los adultos en casa y el colegio, ayuda a generar una noción de importancia para el medio en el que se encuentra el niño.


9.    Demuestre su interés
Exhibir con claridad que nos importan los temas y actividades que se desarrollan en la escuela, afirma nuestra labor hacia la conducta del niño. Permanecer involucrados afirma con hechos lo que estamos planteando con palabras, lo cual resulta siempre más efectivo en las modificaciones que estamos buscando.
 


10.  Consulte a los profesionales
En caso de existir síntomas orgánicos, descarte la posibilidad de una enfermedad con el médico pediatra. Si el rechazo escolar persiste, realice una consulta psicológica infantil para hacer una adecuada evaluación e iniciar un tratamiento psicoterapéutico.

Marcela Monte, 
Psicóloga, UNSL, Argentina. 
 
Cristopher Palacios C.
Interno de Psicología
Universidad Mayor



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