jueves, 5 de noviembre de 2015

Profesora quiso saber el secreto de sus alumnos y con un simple ejercicio, cambió sus vidas

El comportamiento de los niños en la escuela, sea bueno o conflictivo, siempre tiene una causa. Lo que pasa es que a menudo los docentes no tienen tiempo o no creen necesario conocer el origen del comportamiento de sus alumnos. Pero detectar a tiempo los problemas puede servir para cambiar el destino de los niños, mejorar su rendimiento y evitar incluso el fracaso escolar o la depresión.
Denver Public Schools
Esta es Kyle Schwartz, una profesora de un colegio público de Denver (Estados Unidos), inventó para sus alumnos de primaria un ejercicio de honestidad revelador. Estos deberes tenían como objetivo saber algo más de sus vidas, ya que la mayoría provienen de familias con pocos recursos, y así poder ayudarles mejor en sus estudios.
El ejercicio debía comenzar con “Deseo que mi profesora sepa” y en él los pequeños debían contestar a precisamente esa pregunta: ¿qué secreto querrías que tu profesora supiera? Las respuestas por parte de algunos alumnos fueron demoledoras:

Quiero que mi profesora sepa que no tengo ni un amigo con quien jugar.

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Deseo que mi profesora sepa que echo de menos mucho a mi padre. Fue deportado a México cuando yo tenía tres años y no le he visto en seis años.

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Quisiera que mi profesora supiera que en casa no tengo lápices para hacer mis deberes.

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Quisiera que mi profesora supiera que a veces mi hoja de lecturas no está firmada porque mi mamá no pasa mucho tiempo conmigo.

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Las respuestas hablan de historias de niñez difíciles, problemas en casa o de personalidad, en resumen,conflictos con los que ningún niño debería lidiar pero que muchos de sus alumnos por desgracia tienen y esconden. Afortunadamente, este ejercicio sirvió como un grito de ayuda para los críos.
También hubo respuestas divertidas, como “quiero que mi profesora sepa que muchas veces no puedo dormir por la noche por culpa de mi hermana, que es todavía un bebé”. La misma niña que escribió esto ahora siempre se sienta a la hora de comer con la compañera que dijo que no tenía amigos. Y es que gracias a este ejercicio, se ha podido trabajar para que muchos de los niños con problemas puedan solucionarlos.
“Me sorprendió qué tan honestos, abiertos y auténticos son los niños”, dijo esta educadora, que al hacer este ejercicio en clase consiguió, según ella, “que muchos alumnos solucionaran el problema que tenían al encontrar que otros niños empatizaban con ellos y les ayudaban”.
Ahora este ejercicio inventado por Kyle se ha vuelto viral en todo Estados Unidos. La profesora ha inspirado tanto que muchos profesores se han lanzado a probarlo. Incluso tiene un hashtag: #iwishmyteacherknew.

1 comentario:

  1. Que grata experiencia, una excelente docente tutora, partiendo de un Diagnostico, vital!!!.
    Gracias por compartirlo

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