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miércoles, 13 de mayo de 2015

“Me cuesta bajar de peso porque no tengo fuerza de voluntad”…

“Me cuesta bajar de peso porque no tengo fuerza de voluntad”…






Saber perder, para ganar

“La fuerza de voluntad es una herramienta buena, mejor contar con ella, pero no es infalible”.
Quizás después de leer esto cambies tu opinión o forma de ver las cosas.
“LA FUERZA DE VOLUNTAD ES LA FUERZA MÁS DÉBIL".
Sabías que la Voluntad según la Real Academia Española es la facultad de decidir y ordenar la propia conducta, ¡Intencionar mi acto! Tengo la VOLUNTAD de ir al gimnasio quiere decir que decido y me ordeno hacerlo.
La Fuerza de Voluntad sería una especie de medición de energía de mi INTENCIÓN, es decir que tan fuerte o débil soy cuando decido ordenarme un acto. Tengo VOLUNTAD de ir al Gimnasio, pero si llueve, me quedo en casa.
La Voluntad se mueve por 2 REGLAS:
 
1)   Persigue la MOTIVACIÓN: Inconsciente y espontánea. Salir de un problema, iniciar un pasatiempo.
 
2) Persigue una OBLIGACIÓN: terminar un informe o un trabajo, estudiar para un parcial, bajar el colesterol sanguíneo o la presión. Tiene una gratificación al final del camino.
Por lo tanto si NO tengo una Motivación o una Obligación, la Voluntad me estaría dejando solito.
 
Pero, ¿La fuerza de Voluntad no es la mejor cualidad para bajar de peso?.
 
“La Fuerza de Voluntad es una herramienta buena, mejor contar con ella, pero no es infalible”. Es como ese jugador habilidoso pero sin compromiso, me encantaría contar siempre con él en mi equipo, sé que con él en cancha jugaría mejor, pero si apoyo mi victoria en él, muchas veces me puede dejar colgado porque se quedó dormido o se olvidó del partido.
Si señores, la fuerza de voluntad suele muchas veces ser la FUERZA más DÉBIL.
Entonces ¿Qué fuerzas hacen falta para mantener un plan de alimentación? Hoy te voy a contar sobre una de las mejores FUERZAS:
 
“La Decisión”
DECISIÓN: “Saber Perder para Ganar”
Pregúntate esto ¿Qué estoy dispuesto a perder para lograr mi cambio?
Tengo que sentir que mi logro va a ser más valedero que mis pérdidas. Que al fondo del arcoíris me esperan las monedas de oro.

Vencer la ganancia inmediata por el beneficio a mediano y largo plazo, es decir el placer que me va a dar inmediatamente ese helado por sobre el placer que voy a sentir en un mes por ponerme el jean.
 
“Pero, a mi me cuesta bajar de peso”, analicemos esta frase. El significado de “Costar” es adquirir algo a un determinado precio. Si compro un auto, ese auto tiene un precio, que es propio del bien a adquirir, ese auto me cuesta algo.
Por otro lado, qué tan difícil me es pagar ese precio, eso es propio de mi persona y características (dejar de gastar en ropa o ir a la peluquería 3 veces por semana).
¿Un plan de Alimentación tiene un precio caro?
Precio propio del plan: me tengo que ordenar, tengo que tener disciplina, tengo que ser planificado, merece constancia, estrategia, tiempo, paciencia, voy a necesitar profesionales.
Precio propio de mi persona: Voy a tener hambre, voy a tener que tolerar la frustración, voy a tener que salir de mi comodidad actual, voy a tener que ser paciente.
Por lo tanto si sientes que no tienes fuerza de voluntad, no te preocupes, no te hace falta. Y cuando sientas que “Te cuesta bajar de peso”, hazte estas 2 preguntas:
¿Tomaste la decisión de pagar el precio de bajar de peso? ¿Aceptas perder para ganar?
REFLEXIONEMOS!
ATTE EQUIPO DE NUTRICION
CESFAM GARÍN


miércoles, 22 de mayo de 2013

Come sano también en invierno

Incluir vegetales cocinados en guisos y no disminuir el consumo diario de frutas son los principales tips para un sano balance.
 
La alimentación de los chilenos en general no es buena. Habitualmente estamos consumiendo más calorías de la que necesitamos. A esto se suma también nuestro sedentarismo que no contribuye a que eliminemos los excedentes en nuestro cuerpo.
Con los meses de frío la tendencia a comer más alimentos de alta densidad energética (como sopaipillas, pan amasado y otros) se eleva, razón por la que muchas personas suben de peso en esta época del año y sólo cuando se inicia la primavera y el verano comienzan las dietas, lo que claramente es un error.
Aún más, si bien no es posible precisarlo con exactitud, el consumo de frutas y verduras suele reducirse en esta temporada.
“A la inversa, como Elige Vivir Sano nuestro desafío es fomentar hábitos de alimentación sanos que incrementen el consumo de frutas también en temporada de invierno. Igualmente, no porque haga frío no vamos a comer ensaladas variadas y nutritivas”, precisó Pauline Kantor, la directora de la iniciativa saludable del Gobierno de Chile.
“Elige Vivir Sano es mucho más que hablar de problemas que afectan nuestra salud como el sobrepeso, el sedentarismo y otros, es proponer una nueva cultura saludable que potencie a nuestra sociedad, y en ese sentido la recomendación que hacemos es comer saludable en toda época del año”, agregó.
Creer que necesitamos comer más en esta época del año es otro de los errores en que incurren generalmente los chilenos.
Ante esto, Elige Vivir Sano recuerda que las necesidades de energía de las personas varían de acuerdo a la edad, sexo y muy importante el nivel de actividad física que realizan a diario. Por ejemplo en promedio una mujer adulta sedentaria, como la mayoría de la población, necesita 1800 calorías mientras que un hombre con el mismo nivel de actividad física puede requerir 2500 calorías.
En la misma línea la especialista, Isabel  Zacarías, del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos de la Universidad de Chile (INTA) señaló que “la clave está en aprovechar los excelentes vegetales que se tienen en esta época. Por nombrar algunos están: alcachofas, el brócoli, coliflor, además de lechugas y zanahorias. Dentro de las frutas se destacan las naranjas, manzanas, peras, entre otras”.
Otro consejo importante es leer la información nutricional de las etiquetas de los alimentos y preferir aquellos con menos aporte de grasas, azúcar y sodio.

Elige Vivir Sano sugiere las siguientes recomendaciones para  estos meses de frío:
  • Incluir vegetales cocinados por poco tiempo en preparaciones como guisos o sopas.
  • Aprovechar de cocinar y consumir legumbres (porotos, lentejas o garbanzos) 2 veces a la semana.
  • Consumir carnes de pollo, pavo o vacuno sin grasa 2 veces a la semana.
  • Pescados 2 veces por semana y huevos 2 a 3 veces por semana.
  • Evitar los alimentos con alto aporte de azúcar o sal.
  • Incluye cada semana una fruta y verdura nueva en tu alimentación. Prefiere aquellas de la estación porque son más baratas.
Mauricio espinoza Lagos
Nutricionista
CESFAM 
Garin