domingo, 27 de abril de 2014

La rehabilitación respiratoria ha demostrado su eficacia en el control de los síntomas de estas enfermedades

 



Las enfermedades respiratorias crónicas constituyen una de las primeras causas mundiales de muerte por enfermedades no transmisibles (ENT)[1], que en el año 2008 representaron el 63%[2] de todas las defunciones registradas.
Se trata de patologías crónicas de las vías respiratorias y otras estructuras pulmonares que dificultan la entrada de oxígeno en los pulmones (insuficiencia respiratoria) provocando sensación de ahogamiento y fatiga física. Existen diferentes tipologías y causas de las enfermedades pulmonares crónicas, aunque todas comparten algunos factores de riesgo, tales como el tabaquismo, la contaminación, los alérgenos y la exposición a partículas en suspensión como el polvo o los productos químicos.
El agotamiento físico y la dificultad para respirar impiden al enfermo desarrollar con normalidad muchas de las tareas de la vida cotidiana, algo que habitualmente genera síntomas de depresión y ansiedad, por lo que este tipo de enfermedades conllevan trastornos asociados.
Algunas de las patologías respiratorias más frecuentes son el asma, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), la bronquitis crónica, la fibrosis quística, el enfisema, las alergias respiratorias y la hipertensión pulmonar, entre otras.
Las dos primeras son las más comunes. De hecho, actualmente unos 235 millones de personas sufren asma en todo el mundo y se calcula que esta cifra aumente en un 20% durante los próximos 10 años[3]. En cuanto a la EPOC, la OMS señala que se trata de una enfermedad “potencialmente mortal”. En el año 2004, 64 millones de personas sufrían esta patología y en 2005 más de 3 millones murieron por su causa, lo que representa el 5% de todas las muertes registradas ese año a nivel mundial. Se prevé que en los próximos 10 años esta cifra se incremente en un 30%[4].


En España, más de 47.000 personas fallecieron por enfermedades respiratorias en el año 2012, lo que representa un 11,7% del total de las muertes registradas ese año en nuestro país[5].
Aunque las enfermedades respiratorias crónicas no tienen cura, existe un tratamiento que ha demostrado su eficacia en el control de los síntomas: la rehabilitación respiratoria. Se trata de una “intervención multidisciplinaria e integral basada en la evidencia para pacientes con desórdenes respiratorios crónicos que son sintomáticos y a menudo han disminuido las actividades de la vida diaria. Integrado en el tratamiento individualizado del paciente, la rehabilitación pulmonar está diseñada para reducir los síntomas, mejorar el estado funcional, aumentar la participación y reducir los costos de atención de salud a través de la estabilización o reversión de las manifestaciones sistémicas de la enfermedad”[6].
La rehabilitación respiratoria es, por tanto, un programa que se aborda desde un enfoque multidisciplinar, en el que participan especialistas de diferentes ramas médicas e incluye un tratamiento integral de la enfermedad que abarca control médico, educación, apoyo emocional, ejercicio físico, re-entrenamiento respiratorio y terapia de nutrición.
Todo ello con el propósito de mejorar la calidad de vida de los enfermos y capacitarles para desarrollar las actividades cotidianas de la mejor manera posible para que tengan una vida completa y satisfactoria. Como objetivos específicos, esta terapia pretende atenuar los síntomas de la enfermedad, proporcionar al afectado autosuficiencia en su quehacer diario, aumentar su rendimiento físico, mejorar su estado emocional y, como consecuencia beneficiosa para la sociedad, disminuir las hospitalizaciones y sus gastos derivados.
Durante los últimos años existe, de hecho, evidencia médica de la eficacia de estos programas en el control de los síntomas y la mejora de la calidad de vida del paciente. Como ejemplos, podemos citar diversos estudios que ponen de manifiesto la realidad de esta afirmación:

  • Un trabajo colombiano sobre rehabilitación pulmonar del año 2001 expone los efectos benéficos de la rehabilitación respiratoria: “aumento de la capacidad para realizar actividades de la vida diaria, mejoría de la capacidad para realizar ejercicio, mejoría de los síntomas respiratorios, mejoría de la calidad de vida, mejoría de las consecuencias psicosociales, reducción de las hospitalizaciones y el uso de recursos médicos y aumento del conocimiento de la enfermedad”[7].
  • Un estudio sobre rehabilitación respiratoria realizado por sanitarios españoles y publicado en 2006 declara que “la rehabilitación respiratoria ha demostrado beneficios en la tolerancia al ejercicio, en la reducción de la disnea, la mejora de la calidad de vida y de la ansiedad”[8].
  • Un análisis realizado por Suzanne Lareau, profesora de Medicina de la Universidad de Colorado (Denver, Estados Unidos), sobre los resultados de la rehabilitación respiratoria determinó, en el año 2010, que “la evidencia de la mejoría de los síntomas, la capacidad de ejercicio, el rendimiento funcional, y la calidad de vida es más fuerte para la rehabilitación que para casi cualquier otro tratamiento en la EPOC”[9]. Afirma, además, que la rehabilitación respiratoria debería ser igual de eficaz en enfermedades distintas de la EPOC.
  • Como prueba definitiva encontramos un meta-análisis[10] realizado en 1996 y publicado en la revista Lancet, que analizó 14 ensayos sobre rehabilitación respiratoria en EPOC y encontró en todos ellos mejoras significativas de la calidad de vida de los enfermos. Los autores declaran, además, que esta terapia produjo resultados más positivos en la calidad de vida y en la capacidad funcional de los pacientes que otros tratamientos como los broncodilatadores.

Podemos afirmar, pues, que la rehabilitación pulmonar suaviza sobremanera los síntomas de las enfermedades respiratorias que provocan incapacidad, mejorando así la calidad de vida del enfermo y ahorrando costes a los sistemas públicos de salud. Por tanto, sería lógico defender el fomento de los programas de rehabilitación respiratoria en los centros de salud, especialmente si observamos la gravedad de este tipo de enfermedades y las complicaciones que de ellas se derivan, sin dejar de lado el alcance de su sintomatología, ya que incapacita al enfermo en el desarrollo de tareas cotidianas sencillas y le impide llevar una vida normal.
Además, dadas las estimaciones de prevalencia y mortalidad de la enfermedad, que irán en aumento, se deduce un incremento en la demanda de profesionales capacitados para diseñar y ejecutar programas de rehabilitación eficaces que le devuelvan su vida al enfermo. Por ello, el Instituto de Posgrado para Estudios de Medicina y Salud (IPEM) pone a disposición de los especialistas médicos un curso en Rehabilitación Respiratoria, avalado por la Sociedad Española de Rehabilitación y Medicina física, (SERMEF) con el propósito de proporcionarles una formación completa en el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades respiratorias.
El curso, de un mes de duración en la modalidad online, comienza el 10 de mayo y está elaborado desde un punto de vista integral, tal y como exige un programa de rehabilitación respiratoria. El alumno aprenderá los aspectos generales de este tipo de terapias, la valoración clínica y funcional de las patologías respiratorias y el diseño de programas de rehabilitación dirigidos a pacientes con distintos tipos de enfermedad. De esta manera el profesional médico estará preparado para aplicar este recurso terapéutico de la mejor manera costo-eficiente.
Más información: aquí.

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