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domingo, 19 de julio de 2015

Morir dignamente



Recibimos en Cesfam a un paciente el Viernes en la mañana en muy malas condiciones,traído por Ambulancia. Paciente estaba en situación de abandono,en malas condiciones higiénicas y cursando una Neumonía terminal Debimos estabilizar dentro de lo que se podía y finalmente tomar la decisión de trasladar a Hospital o de llevarlo a su casa a morir .
Siempre he pensado que el mejor lugar para morir es en la casa de uno. En este caso ,llevarlo a su casa era poco digno,llevarlo a Hospital a morir era también poco digno,por lo tanto después de una reflexión colectiva tomamos la no fácil decisión de que se quedara en nuestro Centro de Salud ,con apoyo de oxigeno,de hidratación y de antibióticos,nos preocupamos de calmar sus dolores y esperamos ....
 Finalmente después de aproximadamente 15 horas falleció acompañado por el turno de noche,de la forma más digna posible El Equipo lo limpió ,consiguió ropa y espero largas horas a que alguien viniera a retirar el cadáver.
Estoy muy contento de mi Equipo de trabajo en Cesfam Garín ,felicitaciones a todos los que les correspondió atender a este paciente,muy contento de que estamos dando una atención integral,en este caso acompañando a un paciente a morir lo más digno posible.

viernes, 2 de enero de 2015

¿Cómo te gustaría morir?

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Tomado de Blog No Gracias
Richard Smith lo tiene claro: de cáncer. Luis Buñuel, como nos relata Smith, también. Magnífico post en el blog del BMJ que traducimos para mejorar su difusión. Simplicidad voluntaria y objeción de conciencia a “cierta” atención sanitaria al final de la vida, una opción que casi nadie es capaz de ejercer hoy en día por el imperativo de la inhumana ley del rescate médico: “si hay alguna posibilidad, preocúpese, los médicos la aprovecharan”.

“Luis Buñuel, cineasta, surrealista, iconoclasta, moralista y revolucionario, pensaba mucho en la muerte. “A veces”, escribió en 1982, un año antes de morir a los 83 años, “creo que cuanto más rápido, mejor, como la muerte de mi amigo Max Aub, que murió de repente durante un juego de cartas. Pero la mayoría de las veces prefiero una muerte lenta, una que se espera, que me deja revisar mi vida para un último adiós “.
¿Cómo quieres morir? Usted también debe pensar en ello.
Buñuel fue claro acerca de cómo no quería morir. “No tengo miedo de la muerte. Tengo miedo de morir solo en una habitación de hotel, con mis maletas abiertas y un guión de rodaje en la mesa de noche. Debo saber qué dedos cerrarán mis ojos”.
“La muerte más horrible”, escribió, “es una que mantiene a raya los milagros de la medicina moderna, una muerte que nunca termina. En el nombre de Hipócrates, los médicos han inventado la forma más exquisita jamás conocida por el hombre de tortura jamás conocida por el hombre: la supervivencia”.
Buñuel vio cómo murió Franco y sintió lástima por un hombre que odiaba. La muerte de Franco en 1975 sigue siendo el ejemplo más horrible, una muerte que sólo los médicos podían concebir. Los médicos trataron de compensar cada uno de los fallos orgánicos. Como estudiante de medicina, un año antes de mi graduación, también la observé con horror. Pienso en la muerte como un carpintero incompetente tratando de nivelar una mesa, aserrando algo de una pata, luego la otra, y finalmente terminando con la tabla en el suelo.
Buñuel murió de cáncer de páncreas en la Ciudad de México en 1983. Pasó su última semana discutiendo de teología con un hermano jesuita.
Su viejo amigo y colaborador, Jean-Claude Carrière, escribió: “Luis esperó a la muerte por un largo tiempo, como buen español, y cuando murió estaba listo. Su relación con la muerte era como la que uno tiene con una mujer. Sintió el amor, el odio, la ternura, el desapego irónico de una larga relación y no quería perderse el último encuentro, el momento de la unión. ‘Espero morir con vida” me dijo. Al final, fue como había deseado. Sus últimas palabras fueron: “Me estoy muriendo”.
¿Va a estar listo usted? ¿Voy a estar listo?
Hay, como he dicho muchas veces, esencialmente cuatro modos de morir: la muerte súbita; la larga y lenta muerte de la demencia; el arriba y abajo de la muerte por insuficiencia orgánica, donde es difícil identificar si ha llegado el final, tentando a los médicos a seguir el tratamiento siempre durante demasiado tiempo; y la muerte por cáncer, contra el que se puede luchar durante mucho tiempo, pero cuyo final puede intuirse en las últimas semanas. Suicidio, asistido o no, es una quinta, pero la dejo fuera por el momento.
A menudo pregunto a mis audiencias cómo quieren morir, y la mayoría de la gente elige la muerte súbita. “Eso puede ser bueno para ti”, les digo, “pero puede ser muy duro con los que te rodean, particularmente si se deja una relación importante herida y sin cicatrizar. Si quieres morir de repente, vive cada día como el último, asegurándote de que todas las relaciones importantes están en buena forma, tus asuntos están en orden, y las instrucciones para tu entierro cuidadosamente mecanografiadas y en una pancarta o, tal vez mejor, en Facebook. “
La muerte larga y lenta de la demencia puede ser la más horrible, como borrarse lentamente; cuando, finalmente, llega es un ligero beso.
La muerte por insuficiencia de algún órgano, respiratoria, cardíaca o renal, le tendrá usted demasiado tiempo en el hospital y en las manos de los médicos.
Así que la muerte por cáncer es la mejor, la más cercana a la muerte que Buñuel quería y tuvo. Usted puede decir adiós, reflexionar sobre su vida, dejar sus últimos mensajes, tal vez visitar lugares especiales por última vez, escuchar sus piezas favoritas de música, leer poemas queridos, y prepararse, de acuerdo a sus creencias, para conocer a su creador o disfrutar del olvido eterno.
Esta es, lo reconozco, una visión romántica de la muerte, pero se puede lograr con amor, morfina y whisky. Pero hay que mantener alejados a los oncólogos demasiado ambiciosos con lo que dejaremos de malgastar miles de millones tratando de curar el cáncer, para finalmente morir de una muerte mucho más horrible”
Conflictos de interés: Richard Smith morirá, tal vez pronto: tiene 62 años”
Richard Smith fur el editor de la revista BMJ hasta 2004.

jueves, 22 de agosto de 2013

Morir en casa asistido por profesionales de atención primaria, por el médico de cabecera





La muerte es un hecho trascendente (“el hecho” trascendente) y conviene conseguir morir dignamente. Es decir, siempre que se pueda en el propio hogar, rodeado de personas y cosas conocidas, “de la mano” del médico y la enfermera de cabecera, del farmacéutico de cabecera, del trabajador social conocido, en un entorno amable y agradable. Es decir, lejos del hospital y su agresividad y frialdad, lejos de un ambiente extraño y ajeno.

  • Morir en casa asistido por profesionales de atención primaria, por el médico de cabecera. Gérvas J. Entrevista de Silvia Cruz Lapeña. Barcelona. Febrero 2013. Descargar texto completo aquí.
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domingo, 7 de abril de 2013

Libro: " Ayudar a morir"








Estupenda reseña de Rosa Montero, ayer en El Pais, del libro AYUDAR A MORIR de la GP británica IONA HEATH


Algunas perlas : 

Hablamos constantemente de muertes evitables, como si la muerte pudiera prevenirse en lugar de posponerse”.

Heath menciona unas palabras formidables de B. Keizer: “Uno de los encuentros más desafortunados de la medicina moderna es el de un anciano débil e indefenso, que se acerca al final de su vida, con un médico joven y dinámico que comienza su carrera”. Y añade otra cita aún más demoledora de C. Ricks: “En Estados Unidos hoy es casi imposible morir con dignidad a menos que se trate de una persona pobre”.

“A medida que se envejece se van sufriendo más pérdidas, sobre todo de seres queridos, y cuando la gente perdió a muchas personas que le resultaban importantes se le hace más fácil morir. La muerte de los otros abrió el camino, y en ese sentido los muertos ayudan a los vivos a morir. Tal vez cuando los muertos superen a los vivos estos puedan acompañar a aquellos, y tal vez sea por eso que a los jóvenes les cuesta tanto morir”

Tomado de Lista MedFam