La ansiedad la podemos definir como: “la anticipación aprensiva de un futuro peligro o adversidad, acompañada por un sentimiento de disforia o síntomas somáticos de tensión. El foco del peligro anticipado puede ser interno o externo.” La razón entre mujeres y hombres, es de 3 es a 1. Y su edad de inicio suele ser en la adolescencia y en el adulto joven. En chile de los pacientes ansiosos que consultan con APS el 63% lo hace por síntomas físicos y el 21% por síntomas psicológicos. El grado de detección es de 88% y alrededor de un 50% de los enfermos que consultan en un Consultorio psiquiátrico lo hacen por trastornos de ansiedad. Mientras que en la consulta cardiológica el 10% tiene trastornos de ansiedad.
Dentro de los trastornos ansiosos se diferencian diferentes categorías. Están la Fobia social, la Fobia simple, trastorno estrés post traumático, Agorafobia con o sin pánico, trastorno de ansiedad generalizada, trastorno de pánico y por ultimo trastorno obsesivo compulsivo. Si bien todas estas formas se presentan con gran frecuencia en nuestra población, la de mayor prevalencia es el Trastorno de ansiedad generalizado. “El trastorno de ansiedad generalizado es la preocupación y ansiedad crónicas y exageradas en relación a la vida cotidiana. Todos nos preocupamos en ciertos momentos, pero las personas con TAG nunca logran relajarse y en general esperan lo peor. Con frecuencia, la preocupación no está dirigida a nada en particular. En cambio, cada día provoca tensión y ansiedad”. Los factores de riesgo de este trastorno son: Miembro de la familia con trastorno de ansiedad. Exposición a largo plazo de abusos, a la pobreza, a la violencia. Baja autoestima. Capacidad deficiente de enfrentar problemas y por ultimo Sexo femenino. También debemos saber que el 74,6% de pacientes con TAG tienen un trastorno psiquiátrico en comorbilidad.
¿Cómo enfrentar este trastorno?
El tratamiento para el trastorno de ansiedad, se divide en 3 categorías. Por una parte está la psi coeducación, por otra esta la farmacoterapia, en la cual se administraran diferentes fármacos dependiendo del paciente, los cuales ayudaran a bajar los niveles de ansiedad y por ultimo esta la Terapia cognitiva- conductual, a través de la cual se enseñaran técnicas de relajación y de exposición.
¿Cómo saber que se padece este trastorno?
A nivel físico, los síntomas más frecuentes son: Sudoración, Rubor, malestar estomacal, tensión muscular, aceleración del corazón, dificultad para respirar, mareo, vértigo y boca seca. Otros síntomas que aparecen son: preocupación permanente, temor, insomnio y dolor de cabeza.
Francesca Valdatta
Interna Psicología U. G. Mistral
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