¿Cuáles
son los principales tipos de trastornos en la alimentación?
Hay
tres tipos principales de trastornos en la alimentación:
·
Las personas con anorexia nerviosa
tienen una imagen distorsionada del cuerpo, que hace que se vean gordas incluso
cuando están peligrosamente delgadas. A menudo se niegan a comer, hacen
ejercicio compulsivamente y desarrollan hábitos inusuales como rehusar comer
delante de los demás, pierden mucho peso y pueden incluso morirse de hambre.
·
Las personas con bulimia nerviosa
comen excesiva cantidad de alimentos, luego purgan sus cuerpos de los alimentos
y las calorías que tanto temen usando laxantes, enemas o diuréticos, vomitando
y/o haciendo ejercicio negativas una vez que sus estómagos están nuevamente
vacíos.
·
personas con trastorno de comer compulsivamente
experimentan episodios frecuentes de comer fuera de control. La diferencia es
que los comedores compulsivos no purgan sus cuerpos del exceso de calorías.
¿Qué
provoca los trastornos en la alimentación?
Determinados factores psicológicos predisponen a las
personas a desarrollar los trastornos en la alimentación. Las familias o relaciones
disfuncionales son un factor. Los rasgos de personalidad pueden también
contribuir a estos trastornos. La mayoría de las personas con trastornos en la
alimentación tienen baja autoestima, se sienten indefensas y con una
insatisfacción profunda por su apariencia.
Hay características específicas vinculadas con cada uno de
los trastornos. Por ejemplo Las personas con anorexia tienden a ser
perfeccionistas, mientras que las personas con bulimia son a menudo impulsivas.
Los factores físicos como la genética también desempeñan un papel importante
para poner en peligro a las personas.
Un amplio espectro de situaciones puede precipitar los
trastornos en la alimentación en personas susceptibles. Los familiares o amigos
pueden burlarse repetidamente de ellas con relación a sus cuerpos. Las
emociones negativas o los traumas como la violación, abuso o la muerte de un
ser querido también pueden desencadenar trastornos.
¿Por
qué es importante buscar tratamiento para estos trastornos?
Los trastornos en la alimentación con frecuencia no
desaparecen por sí solos, y dejarlos sin tratamiento puede tener consecuencias
graves. De hecho, el Instituto Nacional de la Salud Mental estima que uno de
cada diez casos de anorexia termina en muerte por hambre, suicidio o complicaciones
médicas como ataques al corazón o insuficiencia renal.
Los trastornos en la alimentación pueden aniquilar al
cuerpo. Los problemas físicos asociados con trastornos en la alimentación
incluyen anemia, palpitaciones, pérdida del cabello y masa ósea, caries,
esofagitis e interrupción de la menstruación. Las personas con trastornos en
comer compulsivamente pueden desarrollar presión sanguínea elevada, diabetes y
otros problemas asociados con la obesidad.
Los psicólogos desempeñan un papel vital en el tratamiento
exitoso de los trastornos en la alimentación. Estos son miembros integrales de
un equipo multidisciplinario que puede ser necesario para brindar la atención
adecuada al paciente. Como parte de este tratamiento, se puede consultar a un
médico para descartar enfermedades y determinar si el paciente corre peligro
físico inmediato. Se puede solicitar a un nutricionista que ayude a evaluar y
mejorar que ayude a evaluar y mejorar el consumo nutricional.
Una vez que el psicólogo ha identificado problemas
importantes que requieren atención, y desarrollado un plan de tratamiento,
ayuda al paciente a reemplazar pensamientos y conductas destructivos por otros
más positivos. Por ejemplo, el psicólogo y paciente pueden trabajar juntos para
concentrarse en la salud en lugar del peso. El paciente puede llevar un diario
de comidas con el fin de crear más conciencia de los tipos de situaciones que
desencadenan el comer compulsivamente.
Sin embargo, simplemente cambiar los pensamientos y
conductas del paciente no es suficiente. Para garantizar una recuperación
duradera, los psicólogos y pacientes deben trabajar juntos para explorar los
problemas psicológicos subyacentes al trastorno de la alimentación.
¿Funciona
realmente el tratamiento?
Sí. La mayoría de los casos de trastornos en la alimentación
pueden ser tratados exitosamente por profesionales de la atención médica de
salud mental y de salud adecuadamente capacitados. Hay que tener en cuenta, que
los tratamientos no dan resultados en un corto plazo. Para muchos pacientes, el
tratamiento puede ser a largo plazo.
Incorporar la terapia familiar o de pareja en la atención
del paciente puede ayudar a prevenir recaídas al resolver los problemas
interpersonales relacionados con el trastorno de la alimentación. Los
terapeutas pueden guiar a los familiares para que entiendan el trastorno del
paciente y aprendan nuevas técnicas para sobrellevar los problemas. Los grupos
de apoyo también pueden colaborar.
Importante recordar que cuanto más temprano comience el
tratamiento, es mucho mejor. Cuanto más tiempo continúen los patrones de
alimentación anormales, estos quedarán más profundamente arraigados y serán más
difíciles de tratar.
Los trastornos en la alimentación pueden afectar gravemente
el funcionamiento y la salud de las personas. Pero las perspectivas de una
recuperación a largo plazo para la mayoría de las personas que buscan ayuda
profesional son muy buenas.
El
Directorado de Práctica de la Asociación Americana de Psicología agradece
la ayuda de Kelly D. Brownell, PhD; Kathy J. Hotelling, PhD; Michael R. Lowe,
PhD; y Gina E. Rayfield, PhD, para el desarrollo de esta hoja informativa.
Los artículos y textos del Centro de
Apoyo pueden ser reproducidos íntegramente,
siempre y cuando se acredite que provienen de la Asociación Americana de
Psicología.
Macarena Arriagada
Interna de Psicología
Universidad Gabriela Mistral
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