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miércoles, 30 de julio de 2014


 
Hoy quiero hablarte de algo que como padre o madre te habrás preguntado alguna vez… o quizá no… “¿sé escuchar a mi hijo?” ¿Cuántos de nosotros llegamos a casa y estamos con el móvil, cocinando, mirando la tele o leyendo el periódico mientras “escuchamos” a nuestros hijos? ¿Te suena? Todos los hacemos, sí. Y no hay que machacarse o culparse por ello. Simplemente toma conciencia, date cuenta. Porque para escuchar bien, lo primero que se requiere es estar presente. Estar 100% enfocado en lo que se está haciendo, en este caso escuchar.
En nuestros talleres no son pocos los padres y madres que nos dicen “mi hijo no me cuenta sus cosas, las cosas que le preocupan”. Y no nos extraña. Porque muchas veces este problema surge simplemente porque no escuchamos como debemos. ¿De verdad le contarías tus cosas importantes a alguien con quien no te sientes escuchado? ¿Y qué entendemos por una buena escucha? Cuando escuchas con atención, con auténtica presencia, estás captando lo que tu hijo te dice….y lo que no te dice. Estás captando su lenguaje corporal. Estás captando en definitiva sus emociones. Las emociones que hay debajo de sus palabras. Y si sientes curiosidad y escuchas bien, estarás captando sus valores, lo que es importante para él o ella. Su esencia. Piensa por un momento en alguien especial. Alguien que creyó o cree en ti. Alguien que supo llegar a tu esencia. Alguien que te hizo crecer, que te apoyaba de verdad. Y ahora piensa en cómo te escuchaba esa persona. Piensa en esa sensación de profunda comprensión, de presencia. ¿A que era o es muy agradable? Ese es el regalo que quiero que le des a tu hijo. Escucha profunda, con presencia. Y para ello solo debes tomar conciencia y decirte cuando estés con tu hijo “ahora voy a dejar de hacer lo que estoy haciendo y me voy a centrar en escucharlo, con todo lo que soy”. Y no es necesario hacerlo siempre. No podemos estar concentrados en algo permanentemente. Tan solo toma conciencia y hazlo cuando sea importante. 10 minutos al día es suficiente. No se trata de cantidad, se trata de calidad. Prueba a hacerlo. Escucha. Es un regalo. Para tu hijo y para ti.

Documento propocionado por Coaching Padres AEIOU

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