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martes, 13 de agosto de 2013

Odontología


Salud Bucodental en bebés: 9 errores que cometen los padres.


Ser padre o madre no es nada fácil. Por muy bien que queramos hacerlo y por mucho que nos preparemos, siempre cometeremos algunos errores al criar y educar a nuestros hijos. El desarrollo adecuado de la dentición de los más pequeños es esencial para evitar problemas futuros que afecten a su alimentación, habla o crecimiento craneofacial. Por eso hemos recopilado los típicos errores que cometen los padres en el cuidado e higiene de los dientes del bebé.


1.    No limpiarle la boca hasta que no le salgan los dientes. Al bebé hay que limpiarle las encías desde su nacimiento, al menos una vez al día, aprovechando el momento del baño. Utiliza una gasa o paño húmedo para hacerlo.
2.    Mojar el chupete o tetina en miel o azúcar. Estas sustancias pueden causar serios problemas en dientes y encías.
3.    Darle demasiados alimentos dulces o ácidos. Es fundamental limitar el consumo de alimentos con azúcar para evitar la caries, especialmente de aquellos pegajosos que se adhieren a los dientes. Los caramelos, los cereales azucarados, las patatas fritas, las galletas y los refrescos son los más peligrosos. Los alimentos con elevada acidez, como la naranja o los zumos, también son muy perjudiciales ya que generan en la boca un ambiente propicio para la aparición de la caries, por lo que deberías dárselos sólo durante las comidas. De esta manera disminuirás el tiempo de contacto del ácido con los dientes.
4.    Alimentarlo justo antes de dormir. Darle leche o zumo justo antes de dormir sin lavarle los dientes después o dejar que se duerma con el biberón en la boca (“síndrome del biberón”) son algunas de las causas principales de caries en los bebés. El único alimento que debe ingerir tras la higiene bucodental es agua.
5.    No cuidar los dientes de leche. Muchos padres creen que los dientes de leche no necesitan atención porque se caerán muy rápido. Sin embargo, estos dientes no los pierden hasta los 5 ó 6 años, por lo que el niño necesita tenerlos sanos para comer o hablar correctamente. Además, las infecciones que sufren los dientes de leche se transmiten a la dentición permanente, e incluso los primeros guían a los segundos para que erupcionen correctamente. Por tanto, con la aparición del primer diente de leche (aproximadamente a los 6 meses), debemos iniciar la higiene bucodental, por la mañana y por la noche, con un cepillo de dientes ultrasuave y sin pasta dental.
6.    Dejar que usen el chupete o biberón pasado el primer año. El chupete y el biberón deben desaparecer cuando el niño cumpla un año ya que pueden interferir en el crecimiento de los maxilares y alterar el desarrollo craneofacial y las funciones bucales. El efecto más conocido es la mordida abierta anterior, que deja un espacio entre los incisivos superiores e inferiores.
7.    Usar pasta sin flúor. Es muy recomendable utilizar pasta con flúor (dispensada con el tamaño de un guisante) una vez que el niño haya aprendido a escupir después del cepillado, pero no le enjuagues la boca ya que de esa manera se eliminaría el flúor antes de que hiciera efecto.
8.    No supervisar su cepillado. Es imposible que los niños pequeños se cepillen los dientes correctamente por sí mismos. Un adulto debe realizar la higiene hasta que posean la habilidad motora adecuada (aproximadamente a los 8 años). A partir de ese momento, debe supervisar el cepillado nocturno hasta la adolescencia.
9.    No llevarlo al dentista. Es recomendable llevar al niño al dentista al cumplir un año para detectar y controlar posibles problemas potenciales. 

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