Salud Bucodental en bebés: 9 errores que cometen los padres.
Ser padre o madre no es nada fácil.
Por muy bien que queramos hacerlo y por mucho que nos preparemos, siempre
cometeremos algunos errores al criar y educar a nuestros hijos. El desarrollo
adecuado de la dentición de los más pequeños es esencial para evitar problemas
futuros que afecten a su alimentación, habla o crecimiento
craneofacial. Por eso hemos recopilado los típicos errores que cometen los
padres en el cuidado e higiene de los dientes del bebé.
1.
No
limpiarle la boca hasta que no le salgan los dientes. Al bebé hay que limpiarle las encías desde su
nacimiento, al menos una vez al día, aprovechando el momento del baño. Utiliza
una gasa o paño húmedo para hacerlo.
2.
Mojar
el chupete o tetina en miel o azúcar. Estas
sustancias pueden causar serios problemas en dientes y encías.
3.
Darle
demasiados alimentos dulces o ácidos. Es
fundamental limitar el consumo de alimentos con azúcar para evitar la caries,
especialmente de aquellos pegajosos que se adhieren a los dientes. Los
caramelos, los cereales azucarados, las patatas fritas, las galletas y los
refrescos son los más peligrosos. Los alimentos con elevada acidez, como la
naranja o los zumos, también son muy perjudiciales ya que generan en la boca un
ambiente propicio para la aparición de la caries, por lo que deberías dárselos
sólo durante las comidas. De esta manera disminuirás el tiempo de contacto del
ácido con los dientes.
4.
Alimentarlo
justo antes de dormir. Darle
leche o zumo justo antes de dormir sin lavarle los dientes después o dejar que
se duerma con el biberón en la boca (“síndrome del biberón”) son algunas de las
causas principales de caries en los bebés. El único alimento que debe ingerir
tras la higiene bucodental es agua.
5.
No
cuidar los dientes de leche. Muchos
padres creen que los dientes de leche no necesitan atención porque se caerán
muy rápido. Sin embargo, estos dientes no los pierden hasta los 5 ó 6 años, por
lo que el niño necesita tenerlos sanos para
comer o hablar correctamente. Además, las infecciones que sufren los dientes de
leche se transmiten a la dentición permanente, e incluso los primeros guían a
los segundos para que erupcionen correctamente. Por tanto, con la aparición del
primer diente de leche (aproximadamente a los 6 meses), debemos iniciar la
higiene bucodental, por la mañana y por la noche, con un cepillo de dientes
ultrasuave y sin pasta dental.
6.
Dejar
que usen el chupete o biberón pasado el primer año. El chupete y el biberón deben desaparecer cuando el
niño cumpla un año ya que pueden interferir en el crecimiento de los maxilares
y alterar el desarrollo craneofacial y las funciones bucales. El efecto más
conocido es la mordida abierta anterior,
que deja un espacio entre los incisivos superiores e inferiores.
7.
Usar
pasta sin flúor. Es
muy recomendable utilizar pasta con flúor (dispensada con el tamaño de un
guisante) una vez que el niño haya aprendido a escupir después del cepillado,
pero no le enjuagues la boca ya que de esa manera se eliminaría el flúor antes
de que hiciera efecto.
8.
No
supervisar su cepillado. Es
imposible que los niños pequeños se cepillen los dientes correctamente por sí
mismos. Un adulto debe realizar la higiene hasta que posean la habilidad motora
adecuada (aproximadamente a los 8 años). A partir de ese momento, debe
supervisar el cepillado nocturno hasta la adolescencia.
9.
No
llevarlo al dentista. Es
recomendable llevar al niño al dentista al cumplir un año para detectar y
controlar posibles problemas potenciales.
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